La poda es uno de los cuidados más importantes que podemos ofrecer a estas variedades de plantas. Eliminar determinadas ramas nos permite conservar el frutal en el mejor estado posible y en un futuro favorecer y aumentar la recolección de frutas.
La poda de los arboles frutales tiene como principal objetivo facilitar y acelerar su fructificación, pues con ella podemos modificar las corrientes de savia y la disposición de las ramas. Para los arboles de pepitas el mejor momento para hacerlo es durante el periodo de descanso vegetativo (invierno).
Es importante tener en cuenta que si el árbol frutal es demasiado vigoroso, tendrá tendencia a fabricar solo madera y por tanto no fructificara. Y al contrario, si el árbol esta cubierto de frutas, terminara por morir de agotamiento, porque toda la savia elaborada servirá para alimentar las frutas en detrimento del árbol.
A la hora de la poda, lo importante es hacerlo desde que el ejemplar es joven y mantener una forma horizontal. Si el árbol crece hacia arriba se puede limitar su extensión y ritmo de crecimiento. También debemos deshacernos de aquellas ramas que no den fruto. De esta manera, la savia del árbol se repartirá por las ramas que más lo necesiten.
En resumen, con la poda conseguiremos:
- Cuidar la salud del árbol
- Mejorar su producción
- Dar al árbol una forma equilibrada
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